Las ciudades deben ofrecer calidad de vida a sus ciudadanos. A partir de 2010, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y, si la tendencia continúa, esta proporción aumentará a dos tercios para 2050. Esto ejerce una enorme presión sobre el suelo, con evidentes consecuencias para el entorno urbano. Esta prioridad aborda esta cuestión abordando factores como los espacios verdes, la calidad del aire, la reducción de la contaminación acústica, el tratamiento sostenible de los residuos o los incentivos a la ocupación de vacíos urbanos para obtener ciudades más compactas y, por tanto, más eficientes y ecológicas. Porque la ciudad ecológica no es sólo una cuestión de satisfacción y calidad de vida, sino sobre todo una ciudad saludable, ya que las políticas medioambientales tienen un impacto muy importante en la salud de los ciudadanos.
Ejes de acción de la agenda urbana del Eje Atlántico
- Optimizar los flujos metabólicos urbanos (energía, agua, materiales)
- Promover la adopción de la Economía Circular, estimulando la inclusión y cooperación de todos los actores de la cadena de consumo, fomentando la reducción, valorización y reciclaje de residuos
- Optimizar la adaptación de las ciudades a la respuesta al cambio climático de estructuras y espacios públicos y la integración de las ciudades en áreas de protección ambiental
- Promover e impulsar la eficiencia energética, la importante transición hacia el uso de energías renovables. Lograr la suficiencia energética: la transición energética
- Ordenación, distribución y ocupación racional del territorio 3.6. Generar un espacio urbano saludable y de calidad